El cuerpo deliberativo local compuso un documento único a 46° años del golpe del 24 de marzo de 1976. Fue leído durante la sesión especial.
A diferencia de otros 24 de marzo, donde cada presidente de bloque brindaba su propio discurso, este año el Concejo Deliberante compuso un documento único, a través del que homenajeó a las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo y, en la previa del 40° aniversario de la guerra de Malvinas, puso en perspectiva esa “herida abierta”.
El escrito fue leído por el secretario del Concejo, Norberto Pérez, durante la sesión especial a 46 años del golpe de estado de 1976, presenciada por representantes de los organismos de derechos humanos.
“La historia de esta lucha es una historia de amor. Comienza hace 46 años, un 24 de marzo que quedará para siempre marcado en la piel y la memoria del pueblo argentino, como el dolor más profundo, que no se extingue, con el que aprendimos a vivir, a caminar de nuevo, a marchar, a luchar”, dice el texto.
“En ese aprendizaje, a través de los años y las heridas, en esa búsqueda constante de verdad y justicia, hemos tenido grandes maestras y maestros que quizás nunca pensaron ni planearon que sus propias vidas se transformarían en faros que iluminarían el camino de tantos y tantas”, agrega.
Habla de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo: “Mujeres a las que podíamos distinguir aun en las tormentas más bruscas, porque su luz brillaba de tal forma que podíamos ver el camino a seguir, hacia dónde dirigir nuestros pasos. Nos marcaron, a través de su docencia, un norte”.
La sesión fue presidida por Marina Sánchez Herrero y el documento único fue leído por el secretario, Norberto Pérez.
Enseguida conecta con la guerra: “En esos primeros años, mientras un grupo de mujeres que buscaban a sus hijos y sus nietos se animaba a caminar en círculos en una plaza, con un coraje que es el fuego que alimenta el faro que nos guía, los mismos genocidas que desaparecieron a 30 mil, el 2 de abril de 1982 nos desgarraron de nuevo: enviaron a la guerra a más de 23 mil argentinos con la excusa de recuperar el suelo más querido de la patria y su extensión”.
Afirma que “los criminales se aprovecharon de una causa justa y sentida, usaron los puntos débiles de una sociedad arrasada y dividida y generaron más muerte y sufrimiento”. Y apunta: “En unos días se cumplen 40 años de esa herida abierta. Los soldados que volvieron, víctimas de una dictadura que daba sus últimos manotazos de ahogado, solo encontraron indiferencia y silencio durante años”.
A tantos que lograron volver de Malvinas “la muerte los encontró a través de sus propias manos, aquellas utilizadas con tanta honra para defender a la patria pero que ya no podían sostener el peso de ese destrato, que fue la parte que a ellos les tocó en esta historia, que es lucha, y que todavía lastima tanto”, añade el documento.
Los concejales resaltaron que no se reconcilian “con quienes secuestraron, torturaron y desaperecieron” a hijos e hijas, hermanos y hermanas, amigos y amigas, compañeros y compañeras. “Porque aprendimos a transitar así nuestros días, combatiendo al odio en todas sus formas, tanto las viejas como las nuevas”, acotaron, y se comprometieron a no bajar las banderas “que tantos y tantas levantaron y sostuvieron durante 46 años, sin dar un paso atrás, sin arrodillarse jamás”.